Las complicaciones en el ámbito de la medicina, son lo que más preocupa y más trabajo da a los profesionales. En lo que a los implantes osteointegrados se refiere, a las complicaciones provocadas durante la cirugía hay que añadir la evolución a largo plazo y como no a los resultados esperados, “la estética”, que al final es lo único que valora el paciente.
En el campo de la implantología se podrían dividir en: complicaciones durante la fase quirúrgica y en complicaciones prostodonticas.
Durante la cirugía, se pueden dar complicaciones inmediatas como pueden ser las hemorragias o problemas técnicos, es decir, se pueden fracturar los instrumentos. Para prevenirlo es muy importante no utilizar instrumentos, tipo la avellanadora o fresa avellanadora, desgastada o en mal uso; también podría haber una contaminación del implante por un mal envasado o por una manipulación incorrecta.
Por otro lado, las complicaciones mediatas engloban aquellas que aparecen durante los días siguientes a la colocación del implante, como pueden ser las parestesias o infecciones, y por último estarían las complicaciones tardías, como pueden ser la sinusitis o un fallo de integración del implante.
Garantía de calidad
En cuanto a las complicaciones prostodónticas, en las de tipo mecánico es donde juega un papel muy importante el material, por eso una gran cantidad de especialistas confían en la garantía de calidad de Biotrinon, ya que estas dificultades vienen dadas por la fractura de prótesis y tornillos, principalmente en la fractura de los tornillos de fijación de las prótesis, causado por el stress biomecánico. En este apartado habría que añadir las estéticas, que son las que “vuelven locos” a los médicos, porque a los pacientes que el implante esté mejor o peor hecho les da igual, solo quieren que quede bonito, en este aspecto es imprescindible una buena comunicación con el paciente, para evitar posteriores sorpresas.
En conclusión, para evitar al máximo las complicaciones, hay que hacer una buena planificación prequirúrgica; realizar una adecuada técnica quirúrgica con los mejores materiales (avellanadora, tornillos, etc …), un buen seguimiento, y por supuesto para que todo salga bien se requiere una meticulosa higiene.